Stuart Kim, PhD, profesor de la universidad de Stanford y jefe del area de desarrollo biológico y genética, encontró contradicciones en la teoría de que el envejecimiento es consecuencia del daño tisular, como si nos oxidaranos. Propone en cambio que es un proceso controlado por señales genéticas. La teoría hasta la fecha se basaba en la acumulación de radicales libres, diversas toxinas y daño del DNA por radiación. Esto no encaja con el hecho de que existen tortugas que a los 100 años están todavía en edad reproductiva y algunas caracoles de mar que viven por mas de 400.
En estudios con gusanos, encontraron que con el envejecimiento aumentan las concentraciones de varias proteinas involucradas en la regulación de la expresión de génica.
Si se conoce el mecanismo genético que nos hace envejecer entonces será posible corregirlo.